sábado, 1 de octubre de 2011

Digamos que suena el teléfono en la casa. Contesta alguien de la casa que no soy yo.Probablemnte sea mi abuela preguntando qué novedades o renegar de la empleada, si renegar es primer síntoma de demencia, senil o no, arderá troya por acá.Yo sigo tranquilamente untando mi pan, mitad con mantequilla y miel, mitad con queso filadelfia y mermelada de naranja. Mi identidad secreta debe ser totalmente diferente que yo. Tomaría nunca lo mismo de desayuno, salado un día, al otro dulce,y sí, huevos, pero cada día una preparación diferente: revueltos con jamón los lunes, escalfados los martes, eggs benedict los miercoles, fritos sunny side up los jueves,sanconchados con interior amarillo los viernes, en omelette batidos con queso los sábados, revueltos con salchicha de huacho los domingos. El jugo se asienta si no lo revuelves y se divide en semi solido vs liquido.Ay, ya manché el control con miel. Cuelgan el auricular. Resulta que era número equivocado. "Preguntaban por una tal icitafix, les dije que aquí no hay ninguna icitafix". Y perdí mi oprtunidad de ser Paul Auster, así de fácil.Por eso no toman desayuno los workaholics con cosas pendientes ni tampoco los alcohólicos. Hay que concentrarse mucho en desayunar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario