domingo, 11 de marzo de 2012

Dolores, flojeras y aislamientos.

Los defectos del cuerpo nos definen y nos dan una oportunidad mas de aceptar, de no comparar, de no quejarse,
de desaprender esa sensacion de no querer pararse de la cama. Me refiero a la columna desalineada que me tuvo durmiendo la proverbial siesta moqueguana esta mañana. Es una alternativa mejor que volver a mi organismo dependiente al celebrex.
Y la flojera sabadominguera es buena un rato,pero cuando la dejas prolongarsese adueña de tu día, tarde y noche, y cancela todos tus planes, la flojerita de cuando recien te levantas o terminas de almorzar, esa es la peor por ser la que mas conflictos crea con el tener que trabajar o con seguir durmiendo 3 horas mas cuando tienes que ir a algun lado y ya son las 12.
Lo que sí defiendo es la necesidad de aislamiento temporal, siempre y cuando no sea autodestructiva, claro. No querer ir,
no querer llamar, no la sientes, no la haces, y el que se pica, no te manya , asi que o le explicas como eres o esperas a que eventualmente se dé cuenta que nadie puede forzarte cuando sin ninguna razón en particular, simplemente NO QUIERES.
el dialogo final seria, en dos lineas:
-Pero, porqué no ?
-Porque sí.