jueves, 29 de septiembre de 2011

Te vi en una foto y se me vino el techo encima. Tu mirada me perforó la retina como un láser y a pesar que cerré los ojos varias veces todavía me quema. No sé que es lo que transmite tu postura corporal exactamente, pero me afecta e impacta más que escuchar tu voz.En un mundo justo te llevaría a juicio por estos inconvenientes.En un mundo justo nuestro amor también habría funcionado. En cifras,tu habrías dado al menos 50 por ciento de lo que yo di, y eso ya sería suficiente. Tu voz es menos misteriosa que tu apariencia,pero eso no lo tomé en consideración porque para cuando me hablaste ya me había atrapado tu silencio que fué el vacío donde me aventé sin el equipo adecuado. Tu sonrisa es paralizada entre los músculos que te empeñas en controlar, los micromúsculos que no tienen culpa de nada. Es una sonrisa que ha crecido castrada,contenida siempre, que debe estar exhausta de no poder lucir sus dientes que aunque chuecos y del color no adecuado, son de excelentes sentimientos.Uno de estos días, en la madrugada que menos esperas, la sonrisa va a despertarse sigilosamente y escapar de tí por siempre en el primer vuelo disponible de ACME Airlines.

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